Trastorno de espectro autista

El trastorno de espectro autista (TEA), es un trastorno del desarrollo en el que los niños y niñas tienen problemas de comportamiento repetitivo, tienen una intereses muy marcados, con problemas en la comunicación e interacción social. 

Hay varios trastornos incluidos dentro del TEA:

• Trastorno autista (CI normal, dificultades en la comunicación, restringidos intereses, mala interacción social, problemas en el desarrollo del lenguaje).
• Trastorno desintegrativo infantil (adquieren habilidades que pierden progresivamente). 
• Trastorno de Asperger (CI elevado, mala interacción social, intereses restringidos).
• Trastorno generalizado del desarrollo (TGD).

Todos estos niños tienen unas necesidades educativas especiales:

• Relacionadas con la interacción social y la adquisición de habilidades interpersonales.
• Relacionadas con la comunicación y la adquisición de un código comunicativo.
• Relacionadas con la inflexibilidad mental y comportamental.
• Relacionadas con la adquisición de autonomía y el cuidado de su salud.

Necesitan organización y tener una vida muy estructurada, por eso es recomendable que el colegio en el que se encontrasen fuese organizado, para poder anticipar las situaciones. Además, necesitan apoyos complementarios, los más utilizados son los apoyos visuales (pictogramas).

Los niños con TEA pueden presentar diferentes grados pero suelen necesitar todos agendas y paneles con pictogramas para que ellos puedan anticipar las situaciones. 

Este es un panel informativo del día a día del niño con autismo. Está hecho de pictogramas con colores que diferencian los tipos de palabras (sustantivos, verbos, etc.).

Esta es una agenda personal. Este tipo de recurso los utilizan los niños con TEA, ya que necesitan un orden rutinario y que todo sea igual siempre. Por esta razón es tan complicado introducir cambios en la vida de estos niños y hay que trabajarlos con anterioridad para que no les causen ansiedad y estrés. 

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Las personas con TEA pueden sentirse aislados en una sociedad que debería estar al alcance de sus manos. No llegan a entenderlos porque la lógica de nuestros cerebros es diferente, porque no nos han explicado otras formas de ver el mundo y no lo podemos entender. A veces, somos simples entendiendo a las personas, incluso no llegamos a entendernos a nosotros mismos. Por este motivo tenemos que ampliar nuestras mentes y flexibilizarlas. 
No es fácil ponerse en el lugar de una persona con TEA, sin embargo, es esencial para ayudarles a mejorar. Debemos saber cómo ven el mundo, cómo funciona su razonamiento. Pero no solo las personas que estamos junto a ellos, sino toda la sociedad. Todos debemos intentar entenderlos para evitar su exclusión y para favorecerles entre todos la integración social. 
Es necesario que seamos conscientes de que las personas con TEA son parte de la sociedad, están aquí y se merecen estarlo. No pueden estar condicionados por una sociedad rígida que no logra entenderlos.