¿Productiva o repetitiva?

Por fin ha llegado la hora de acabar este cuatrimestre de tercero de carrera y creo que debemos ser críticos tanto con nosotros, como estudiantes, como con los docentes y el contenido de la asignatura. 
Para mí, "Desarrollo personal, social y medioambiental" ha sido como una luz que ha alumbrado mi cuatrimestre. Ha sido muy duro y desmotivante para mí, pero llegaba a esta clase y todo cambiaba. 


Hemos tenido la suerte de ser un grupo pequeño este año en la asignatura de Desarrollo personal, social y medioambiental, o por lo menos ha aparecido poca gente por clase. ¿Esto qué me hace pensar? Cuando un profesor nos quiere ayudar, pretende ser cercano y nos da la mano, muchos alumnos le cogen el brazo entero y se aprovechan. Esto, unido a un bajo nivel de compromiso, hace que la gente descuide asignaturas interesantes y diferentes en cuanto a dinámica de grupo. 
Crear un ambiente de confianza es básico y creo que Isabel Luján lo ha conseguido. Siempre hay gente que no se compromete o no es tan responsable como debería para ir a clase, no por el hecho de la asistencia, sino para aprender. 
Personalmente, estoy muy contenta de haber tenido a esta profesora en la asignatura este año, porque ha fomentado en mí la curiosidad y me ha permitido desarrollar más el compromiso con la sociedad. Pero, ¿esto quiere decir que la asignatura no puede ser mejor? Para nada, siempre se puede mejorar, hay que ser crítico y realista. 
Esta asignatura tiene puntos débiles, uno de los principales es la falta de prácticas ajustadas a la realidad o la dinámica de grupo. Es una asignatura apropiada para poder hacernos partícipes del contenido, ya que es la que más cercana a la realidad está. Algo como debates, preparar las exposiciones nosotras mismas de los bloques de clase, que investiguemos sobre ellos y que no todo nos lo den hecho. Por lo menos, para mí, habría sido mucho mejor, porque no me importa trabajar más siempre que pueda aprender más. Por supuesto, habrían más quejas de parte de la gente que quiere todo lo contrario. 
Se nota muchísimo cuando los docentes sienten vocación por su profesión. Transmiten ilusión, ganas de aprender y responsabilidad a sus alumnos. Siempre quieren hacer cosas nuevas y siempre intentan mejorar sus asignaturas. Si esto sucediera con todos los docentes, tanto de la universidad como de los centros educativos, la educación española sería muy diferente. 

No puedo decir otra cosa que gracias a Isabel Luján, gracias por la paciencia, por tu vocación, por la ayuda y por tu confianza. Es una profesora que siempre recordarás porque ha marcado cosas en tu vida, ha marcado la motivación y la conciencia. No solo en infantil tenemos el objetivo de crear ciudadanos, también en la universidad y ella ha conseguido que sea más respetuosa y mejor ciudadana. 

Gracias, Isabel. Te echaré de menos. 

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